Desde hace más de un año, tiempo que separa el primer test de resistencia de la banca del segundo (julio 2011), el Gobierno (con el acuerdo del PP) ha ido reservando unos 30.000 millones de euros de los contribuyentes para el saneamiento (capitalización) de los agujeros producidos por la burbuja inmobiliaria en el sector financiero.
Zapatero lo justificaba diciendo que ese dinero público se iba a utilizar para que bancos y cajas agilizaran el crédito a PYMEs y familias. ¡MENTIRA!
El crédito no ha dejado de disminuir (un 5% menos en 2011) y la prueba es el goteo continuo de cierres y desempleo en PYMES y autónomos. Mientras, 300.000 familias han perdido su vivienda con los desahucios.
El verdadero destino de esos 30.000 millones de euros (que se han obtenido de grandes recortes en el Gasto Social) y de los millones de dinero público que se puedan desviar en el futuro es:
- Ir cubriendo la inmensa deuda del sector bancario (consecuencia de la especulación y la "crisis del ladrillo") que asciende a 1,8 billones de euros. Gran parte de esa deuda se ha contraído con los grandes bancos alemanes y franceses, todos ellos partícipes de ingentes ganancias.
- Sanear a lo que hasta ahora han sido entidades semipúblicas, las cajas, para luego privatizarlas en bancos. Haciendo desaparecer la obra social de dichas cajas, que pasaría a engrosar el capital y dividendos de estas nuevas S.A.
- Costear los astronómicos sueldos de los consejeros y directivos tanto de las cajas como de estos nuevos bancos. Sirvan como ejemplo los 10,5 millones de euros que el Sr. Rato y dos consejeros más cobraron en el 2010 de Caja Madrid, actual Bankia. Durante ese mismo año, Caja Madrid recibió al menos 5.000 millones de euros en ayudas públicas.
- Costear las indemnizaciones de los 25.000 trabajadores sobrantes del sector, que van a ser pre-jubilados con un coste en torno a 250.000 euros por empleado. Además, el gobernador del Banco de España pretende que estos 25.000 empleados se acojan a dos años de desempleo, lo que costaría a la Seguridad Social otros 1.500 millones de dinero público.
Es inmoral e indignante que en ese mismo año se haya desviado todo el dinero público necesario para sanear los balances de los responsables de la situación actual (bancos e inmobiliarias nacionales y europeas). Responsables que, lejos de verse afectados por la crisis, han acumulado inmensas fortunas, muchas de las cuales reposan en los Paraísos Fiscales (se ha calculado en 80.000 millones de euros el fraude fiscal); mientras que el Gobierno ha impuesto a las verdaderas víctimas de la crisis, nosotros los ciudadanos, los más duros ajustes de la Democracia:
- Congelación de las pensiones y bajada de sueldos e inversiones en el sector público
- Tres grandes reformas con recortes muy importantes en los derechos sociales como son: la reforma laboral, la de las pensiones y la de la negociación colectiva.
- Los servicios públicos esenciales del estado de bienestar, sanidad, educación y servicios sociales, se encuentran amenazados por nuevas medidas como la introducción del copago sanitario, el cierre de quirófanos, despido de médicos y profesores y un largo etcétera.
Todo ello en un contexto económico de especulación financiera contra las deudas públicas de los países periféricos, entre ellos España. Ya que, aunque nuestra deuda pública sea de las más bajas de la zona euro, un 66% del PIB (unos 666.000 millones de euros) mientras que la de Alemania alcanza el 80%, el FMI, la OCDE y la UE han avisado de que hay que reducir en otros 20.000 millones más el gasto social hasta el 2014.
Desde Democracia Real Ya llamamos a la ciudadanía a seguir denunciando esta situación y nos oponemos:
- A los desahucios, apoyando la dación como fórmula para saldar la deuda con el banco.
- Al repago, mal llamado “copago”, sanitario.
- A la desviación de dinero público a las entidades financieras.
Exigimos
- La devolución del dinero prestado.
- La devolución de los bonus cobrados por el Sr. Rato y los demás consejeros de entidades saneadas con dinero público.
- Un impuesto sobre los beneficios y transacciones financieras.
- La creación de una banca pública con obra social incluida.
- Que las viviendas en poder de cajas y bancos sean transformadas en viviendas de alquiler social, con precios ajustados a los ingresos de los inquilinos.
- Que las pre-jubilaciones de los empleados del sector financiero sean a cargo exclusivo de las entidades.
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